En 1991, en España-Vallecas (pueblo de Madrid), se produjo un caso de posesión sobrenatural que provocó la muerte de Estefânia Gutierrez Lazaro.
Lo más intrigante en este caso fue el testimonio de dos policías, en su informe estaba escrito los fenómenos paranormales que observaron en la casa.
Dos semanas antes, Estefânia (18 años) había hecho una sesión con amigos con la tabla Ouija y la copa de cristal se rompió misteriosamente, luego de eso comenzó a tener síntomas extraños, convulsiones, sin motivo aparente. Una vez los amigos vieron una pequeña niebla negra acercarse al rostro de Estefânia y entrar por su nariz. Días después entró en catalepsia (no podía moverse ni hablar).
Nunca se recuperó, y murió en agosto de 1991.
La autopsia concluyó que murió de muerte súbita, insuficiencia de órganos como el corazón y los pulmones.
Pero esto no paró aquí, los padres escucharon extrañas voces en la noche llamando "mamá, mamá", algunos objetos en su habitación y las sábanas cayeron al piso (incluso con la habitación cerrada y sin corrientes de aire, sin explicaciones plausibles).
A veces escuchaban una risa maligna en el pasillo (pero no sonaba como la voz de Estefânia, sonaba como la voz de una anciana).
A veces las puertas de la casa se cerraban con fuerza, una vez que un marco con la foto de Estefânia comenzaba a arder espontáneamente, incluso los padres lo fotografiaban.
Los vecinos dicen que a veces veían una "figura oscura" a través de la ventana, en la habitación de Estefânia.
Los fenómenos poltergeist siguieron aumentando, tanto que en noviembre de 1992 el inspector de policía José Negri fue llamado a la casa a las 2:40 am.
Era el inspector Negri, dos policías más y un oficial José Pedro. Ellos mismos presenciaron ruidos extraños en la casa, golpes sólidos en la pared, esto quedó registrado en el informe.
«Estábamos con la familia, podíamos oír y ver cómo se abría y cerraba una puerta de armario perfectamente cerrada. Revisamos la puerta. Ella se movió de una manera antinatural. Momentos después, vimos cómo un mantel de una mesa de teléfono se convertía en una mancha de una sustancia pardusca, que el Inspector identificó como “como una sustancia pegajosa”. Cuando revisamos las habitaciones de la casa, vimos cómo un crucifijo de madera volteó y se arrancó el escudo de metal. Una de las hijas de la pareja colocó la cruz detrás de la puerta en un poster. Luego, en el mismo momento, aparecieron tres "marcas de uñas, arañazos en el poster"
Los agentes salieron de la casa, un poco asustados, y no pudieron hacer nada al respecto.
La Familia juzgó a exorcistas, sacerdotes, chamanes, no pudieron eliminar ese mal, tuvieron que vender la casa e irse.
Este fue uno de los casos más interesantes e inexplicables, documentado, ya que hubo testigos neutrales (la policía) que dieron fe de la veracidad de los fenómenos, y quedó registrado en un informe.
Años después (en 2017), Netflix compró los derechos de la película española "Verónica" de Paco Breve, basada en este caso real de Estefânia. En Brasil y otros países ha tenido diferentes títulos como "La posesión de Verónica".
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