Los pensamientos son energía, son reales. Sus pensamientos actúan como imanes y atraen otros pensamientos, o personas y circunstancias que armonizan con ellos.
Los pensamientos operan y se adhieren a ciertas leyes universales. Sin estas leyes, no habría orden; El universo mismo estaba sumergido en el caos.
La física ha demostrado que los principios involucrados en la Ley de atracción son tan válidos como los que rigen otras leyes. Por lo tanto, no es sorprendente que insistir solo en sus problemas simplemente atraería más problemas.
La idea de atraer el éxito al pensar en ello es muy atractiva. Tan atractivo, de hecho, las personas a menudo tienen la impresión equivocada de que es fácil. Las afirmaciones pueden ser útiles, pero solo las declaraciones irracionales no tienen valor real. Por otro lado, una vez que una afirmación se convierte en parte de su sistema de creencias, el subconsciente comienza a trabajar para atraer oportunidades y ocurren sincronicidades. No es el éxito lo que atraemos, sino la oportunidad de tener éxito. Todos los eventos se reorganizan.
El mundo está gobernado por causa y efecto, pero a menudo no vemos cómo se aplica esta regla a los pensamientos que generamos. Esto se debe a que los resultados de nuestros pensamientos están lejos de ser la causa de que no podamos ver la conexión.
La mente subconsciente trabaja incansablemente las 24 horas del día. No analiza, no juzga, simplemente acepta y atrae más de lo que se enfoca la mente consciente. ¿Estás atrayendo problemas o soluciones? Al centrarse en el deseo y mostrar gratitud por lo que ya tiene, el subconsciente recibe el material necesario para proporcionar un flujo constante de oportunidades.
Si aprovechamos estas oportunidades o no, es otra cuestión.
Es imposible operar fuera de la ley de la atracción. Consciente o inconscientemente, tus pensamientos, sentimientos y emociones determinan si esta ley funciona para ti o en tu contra.
Manténgase enfocado en su éxito y logre sus objetivos. Los problemas y obstáculos se ven como nada más que peldaños en el camino hacia su objetivo final.
Cuando un éxito lleva a otro, el éxito se convierte en un hábito.
Sílvio Guerrinha
Versão Portuguesa
Los pensamientos operan y se adhieren a ciertas leyes universales. Sin estas leyes, no habría orden; El universo mismo estaba sumergido en el caos.
La física ha demostrado que los principios involucrados en la Ley de atracción son tan válidos como los que rigen otras leyes. Por lo tanto, no es sorprendente que insistir solo en sus problemas simplemente atraería más problemas.
La idea de atraer el éxito al pensar en ello es muy atractiva. Tan atractivo, de hecho, las personas a menudo tienen la impresión equivocada de que es fácil. Las afirmaciones pueden ser útiles, pero solo las declaraciones irracionales no tienen valor real. Por otro lado, una vez que una afirmación se convierte en parte de su sistema de creencias, el subconsciente comienza a trabajar para atraer oportunidades y ocurren sincronicidades. No es el éxito lo que atraemos, sino la oportunidad de tener éxito. Todos los eventos se reorganizan.
El mundo está gobernado por causa y efecto, pero a menudo no vemos cómo se aplica esta regla a los pensamientos que generamos. Esto se debe a que los resultados de nuestros pensamientos están lejos de ser la causa de que no podamos ver la conexión.
La mente subconsciente trabaja incansablemente las 24 horas del día. No analiza, no juzga, simplemente acepta y atrae más de lo que se enfoca la mente consciente. ¿Estás atrayendo problemas o soluciones? Al centrarse en el deseo y mostrar gratitud por lo que ya tiene, el subconsciente recibe el material necesario para proporcionar un flujo constante de oportunidades.
Si aprovechamos estas oportunidades o no, es otra cuestión.
Es imposible operar fuera de la ley de la atracción. Consciente o inconscientemente, tus pensamientos, sentimientos y emociones determinan si esta ley funciona para ti o en tu contra.
Manténgase enfocado en su éxito y logre sus objetivos. Los problemas y obstáculos se ven como nada más que peldaños en el camino hacia su objetivo final.
Cuando un éxito lleva a otro, el éxito se convierte en un hábito.
Sílvio Guerrinha
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